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martes, 14 de agosto de 2007

NADAR CONTRA LA CORRIENTE

Ante la ruptura de los paradigmas, solo resta establecer nuevos procedimientos que conlleven a restructurar los modelos o al menos sopesar lo que queda como materia residual de los mismos. Un factor de disidencia frente a las corrientes modernas o postmodernas parecería ser la consigna para seguir posibilitando el factor humano. Tanto es así, que los grandes ideas filosóficas, políticas, sociales y culturales han surgidos por y desde la disidencia como una manera de soliviantar las grandes contradicciones humanas. Sócrates desde sus preceptos eduactivos asi lo hizo, Kant y su racionalidad, Einstein y su relatividad. Y la lista continua.

A mediados del siglo XX las vanguardias trascendieron la normatividad y terminaron soportando los preceptos de la modernidad y el sistema social, más aún cuando las condiciones históricas asi lo lo favorecieron. Surge entonces los grandes movimientos como el dadaismo, el fauvismo y el surrealismo en la pintura, la literatura y el cine. Si se hace una retrospección estos movimientos aun mantienen su vigencia por la simple inercia postmoderna. No se trata de evidenciar que los factores de riesgo que enfrenta el desarrollo humanos literalmente han desaparecido, sino que se han establecidos nuevas formas de condicionamento sociocultural mediatizado, como se decia en capítulos anteriores, por la economia de mercado. Factores de disidencia que transgredan el orden han entrado en desuso, lo unico que nos queda es “el paraiso perdido” al mejor estilo de John Milton. La nostalgia de lo que fue o de lo pudo ser, o en el mejor de los casos de lo que no se conoce.

Evidentemente la presencia de personajes de gran potencia creadora como André Breton, Paul Eluard, Salvador Dali, entre otros. De Pablo Picasso, de Vincent Van Gogh, de Filosofos como Inmanuel Kant, Voltaire, los padres del Racionalismo hacia fines del Siglo IX , han dejado una huella dificil de superar. El mismo Picasso tiempo antes de dejarnos, enfatizo entos razonamientos sobre el arte condensados en el libro El arte asesinado de Álvaro Orduz León: “Muchos de entre nosotros siguen siendo artistas y ocupándose del arte por unas razones que tienen muy poco que ver con el verdadero arte, sino por espíritu de imitación, por nostalgia de la tradición, por inercia, por el gusto de la ostentación del lujo, de la curiosidad intelectual, por moda o por cálculo. Viven todavía por costumbre y por esnobismo, en un reciente pasado, pero la gran mayoría de ellos, en todos los medios que tienen ya una pasión sincera por el arte, al cual consideran, todo lo más, como una diversión, un ocio y ornamento”.

En los primeros años de la década del sesenta, tres personajes, que dominan la escena y cuyas voces e imágenes difunden los medios de comunicación de masas, en continuo desarrollo, por todos los hogares, expresan la apertura a los nuevos problemas del mundo, aunque con tonos y perspectivas diferentes. Son ellos Kruschov, con la "coexistencia pacífica"; Kennedy, con las " nuevas fronteras", y el papa Juan XXIII con el renovado ecumenismo católico. Los tres son expresiones de un mundo en rápida transformación. También 1968 fue el año en que el movimiento de protesta juvenil se propagó rápidamente por algunos países de Europa. Se recuerda el mayo francés como el episodio culminante y políticamente más significativo, porque el movimiento y las reivindicaciones se extendieron de las universidades y de los jóvenes a los obreros, contaron con la simpatía de buena parte de la población parisiense y durante algunas semanas pusieron en peligro al régimen gaullista. La agitación y los enfrentamientos en las universidades y en las calles sirvieron para sacudir los antiguos sistemas jerárquicos y de valores y hacer avanzar los derechos civiles, promoviendo la plena emancipación femenina y reforzando a una nueva izquierda más atenta a los problemas ecológicos y a la condición humana, incluso individual y privada, y menos ligada a la concepción clásica del marxismo.

En las últimas cuatro decadas del Siglo XX, no se ha vislumbrados asomos de fertilidad creadora o transgresora. El mundo y la sociedad han caido en un marasmo dificil de entender. Lo único que se ha fortalecido es Bill Gates y la Microsoft Corporation, que ha puesto al mundo a pensar, a comer y a relacionarse sexualmente a tráves de la Red mundial de Información, una manera de esclavitud muy contempóranea.

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