Quizá estas palabras suenen a un cliche, pero no esta de mas recordarlo. Las condiciones ambientales y climáticas del planeta no son las mas óptimas y vanos son los esfuerzo para mejorarlo. Es impresionante como y cada una de las ciudades y países del mundo están siendo azotados por diferentes calamidades climáticas. Primero fue el huracán en New Orleans, después el Tsumani en Filipinas, el terremoto en el Perú, la larga temporada invernal en los países de centroamerica y el Caribe y en gran parte de la costa norte y el interior de Colombia. esto es lo que los apocalipticos llaman el final del mundo conocido.
Pero lo que si es cierto es que nos estamos enfrentando a una de las situaciones naturales mas impredecibles y alarmantes del mundo a lo largo de su historia.
El desarrollo sostenible del planeta es y debe ser una constante política, sin detrimento de las condiciones económicas de los países que de alguna u otra forma han potencializado este desorden ambiental. Deben ser políticas efectivas y no demagógicas, el planeta arde y las estadísticas y los investigadores serios lo reafirman.
El futuro de esta generación y de las venideras es incierto si las variables climáticas continúan afectando tanto a niños como adultos, los problemas respiratorios, las endemias, son una clara demostración de que si no se hace algo pronto, estamos al borde del colapso o en su defecto tendremos que deambular por el planteta protegidos con máscaras, tanques de oxigeno y enormes parasoles. Que decir de los demas seres vivos, ballenas erraticas y desorientadas, pinguinos rostizados por el sol que fractura su habitat natural, esto solo es una pequeña muestra del desorden que cada uno de nosotros ha comenzado a gerenciar , sin mediacion racional y critica. Esto es solo el comienzo hay que ver el final que nos espera.
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