
Se fue uno de los grandes, prólificos y desconcertantes directores del septimo arte. Aquel que nos enseño a pensar, a mirar con otros ojos la existencia y la condición humana. Esto no es un adios, es un hasta luego. Este donde este bergman, debe seguir haciendo lo que mas le gustaba: el cine, lo cual lo hace inmortal. Ciao Maestro.









Quizá el mundo está cambiando de manera desmesurada y fébril y todos nosostros debemos prepararnos para el ventarrón y los giros de ese trompo que es la vida, sin sutilezas y temores, por eso es importante dedicarle tiempo a las personas que amamos y a las pequeñas y grandes cosas que la vida nos otorga. Sorber cada instante sin dejar una gota. Porque cuando los trompos giran no se sabe nunca donde se va detener, asi es la vida.
